Comer saludable resulta de gran importancia a lo largo de toda nuestra vida. Aun así, la importancia de comer bien se incrementa al llegar a la tercera edad.
En este periodo de tiempo, resulta indispensable aportar al cuerpo aquellos nutrientes necesarios para mantener una buena calidad de vida. Por ello se reajustan las dietas, con el fin de que el cuerpo reciba los nutrientes más adecuados en las cantidades imprescindibles.
Estos reajustes incluyen las cantidades óptimas de minerales, vitaminas, grasas y proteínas entre otros. De esta forma, se consigue una dieta adecuada que minimiza el riesgo de padecer gran variedad de enfermedades.
Además de lo mencionado con anterioridad, en las personas mayores, hay una correlación entre la alimentación inadecuada y la aparición de trastornos intestinales, el deterioro de las articulaciones y los huesos, la aparición de enfermedades cardiovasculares o incluso el desarrollo de diabetes. Este tipo de enfermedades, muchas veces vienen dadas por una falta de control sobre la cantidad de calorías ingeridas. En muchos casos, las personas de tercera edad suelen excederse en la cantidad de calorías que consumen, o contrariamente, consumen menos de lo que necesita su cuerpo, provocando problemas a nivel físico y mental.
Para lograr seguir una dieta sana y adecuada, y prevenir enfermedades en nuestros mayores, es muy importante tener en cuenta los siguientes aspectos:
– Verduras y frutas: el consumo óptimo debe ser de un mínimo de dos raciones de verduras y hortalizas al día, además de 3 piezas de fruta.
– Mayor consumo de fibra: con los años, la digestión cada vez se convierte en una tarea más complicada y lenta para el organismo. Por este motivo es muy importante consumir entre 25 y 30 gramos de fibra al día.
– Mayor consumo de agua: durante la vejez los niveles de agua en el cuerpo disminuyen, por lo que para mantenerlos equilibrados debe haber un alto consumo de líquidos.
–5 comidas o más al día: con la edad, el apetito se puede ir reduciendo. Aun así, es muy importante mantener una alimentación regular durante todo el día que consista en 5 o 6 comidas para evitar una falta de nutrientes.
–Suplementos vitamínicos: en determinados casos, bien por haber alguna enfermedad previa o bien porque a una persona le cuesta mucho seguir una dieta adecuada, puede producirse una carencia de vitaminas, calcio, zinc, etc., siendo necesario el uso de complementos vitamínicos para lograr compensar dicha falta.
–Evitar las calorías vacías o huecas: resulta importante evitar todo tipo de alimentos que contengan un alto nivel de proteínas, pero pocos nutrientes, como por ejemplo patatas fritas, dulces y bebidas azucaradas.
Cómo podemos ver, la alimentación es esencial para mantener una buena salud tanto física como mental. Por este motivo, desde Avanza, ofrecemos profesionales en nutrición para que vuestros familiares consigan una vida sana y de calidad.